Reseña: The Campaign (2012)



Título: The Campaign

Año: 2012

Género: Comedia

Director: Jay Roach

Guionistas: Chris Henchy y Shawn Harwell.

Protagonizan: Will Ferell, Zach Galifianakis y Jason Sudeikis.




No es pura casualidad que “The Campaign” estrenara unos cuantos meses antes de las elecciones, lo que la convierte en un tipo de escape de todo lo que trate la política con un tono de seriedad, ya que esta película hace lo opuesto y sirve de sátira a los diferentes partidos con sus candidatos e intereses personales disfrazados de ideales que sólo los benefician a ellos.

Es aquí que entra uno de nuestros protagonistas, Cam Brady (Will Ferrel), congresista del 14to Distrito de Carolina del Norte por el partido demócrata, quien no ha tenido problema en quedar electo en cuatro términos consecutivos sin algún tipo de oposición, mucho menos contrincante. Esto es hasta que aparece en escena Marty Huggins (Zach Galifianakis), el hijo raro de un hombre de negocios que nunca tuvo el amor de su padre por ser el “patito feo” de la familia, quien retará al invicto Cam Brady y a la misma vez buscará obtener algo que nunca tuvo; la admiración de su padre. Esto, con la ayuda de dos hombres de negocios corruptos que buscan destronar a Brady.

La premisa de la película funciona y da espacio para muchos chistes verdaderamente graciosos, pero ya a la mitad parece olvidarse de su propuesta original de un político bueno y honesto, y Marty deja de ser él para convertirse en Cam Brady, lo que me pareció demasiado “safe” de parte del guionista. En momentos me daba la impresión de ver a Cam Brady vs. Cam Brady, lo que me parece se desviaba un poco de la premisa original, o al menos de lo que nos vendieron en la promoción. Aunque al final se justifique la decisión de hacerlo de esta manera, las razones no logran convencerme del todo, por lo que salí un poco decepcionado. No hay duda de que la premisa es interesante y abre espacio para algo fresco y genuino, pero lamentablemente cae en el típico formato de comedias al que estamos acostumbrados, que si no fuera por los excelentes comediantes en los papeles principales, el filme hubiera sido una completa pérdida de tiempo y dinero.
Usualmente no apoyo filmes como este, que no brinda nada nuevo y caen en el reciclaje de chistes viejos, pero en tiempos como este, a meses de las elecciones, es bueno sacar un rato para reírnos de esos que nos gobiernan y toman decisiones por y para nosotros los ciudadanos.
¿La recomiendo? Sí.
Puntuación: ★★½_



Por Orlando Maldonado para Dieta Cinéfila.