En una ciudad donde abunda la
injusticia, el ex-policía Billy Taggart (Mark Wahlberg) busca
venganza tras ser traicionado por la figura más poderosa de la
ciudad, el alcalde Nicholas Hostetler (Russell Crowe).
Si fuera a juzgar una película por su
sinopsis, diría que "Broken City" suena, al menos, interesante. Si me
dejara influenciar por el elenco, pensaría que es casi imposible
“meter la pata”. Desafortunadamente, el director Allen Hughes y
el guionista Brian Tucker toman todas las decisiones incorrectas y
logran, increíblemente, arruinar todas las cosas buenas que
proponen.
Lo que comienza como una premisa
interesante y capaz de atraparte hasta el final, se convierte en tres
o cuatro películas diferentes que pudieron haber funcionado por sí
solas. Algunas llegan a perderse antes de recibir algún tipo de
conclusión o desenlace.
El título de la cinta hace perfecta
alusión de la historia; rota y sin remedio. A pesar de que el
reparto hace todo lo posible por salvar la película, queda
demostrado una vez más que Mark Wahlberg es el tipo de actor cuyo
desempeño depende del director con quien trabaje.
Usualmente utilizaría este espacio
para una breve conclusión, pero esta vez optaré por emular a los
responsables por esta película y obsequiaré a mi público
inteligente una reseña incompleta.




















